Como profesionales de la recogida de chatarra en Valencia trabajamos con muchísima cantidad de aluminio. No en vano, es uno de los metales de uso más común y abundante. Ese aluminio que recuperamos procede, principalmente, de materiales de construcción (por ejemplo, marcos de ventanas). Ahora bien, ¿de dónde salió antes?

Es deseable que ese aluminio proceda de chatarra reciclada. Pero, reciclado o no, en algún momento ese metal tuvo que ser refinado a partir de una fuente primaria. Si hablamos de aluminio, esa fuente es la bauxita. ¿Qué es la bauxita?

Los profesionales de la recogida de chatarra en Valencia trabajamos con un aluminio cuyo aspecto se aleja mucho de sus orígenes. La bauxita, la roca que sirve de mena del aluminio, se presenta como una piedra arcillosa de color blanco grisáceo o rojizo (un tono aportado por el óxido de hierro). Su textura es blanda y puede aparecer porosa e incluso con «bolitas» de mineral. Unas características muy diferentes de las del aluminio industrial que conoces: resistente, compacto, brillante, liso y pulido como un espejo.

El motivo es que la bauxita no es aluminio. Lo contiene, pero no lo es. El metal que contiene la bauxita está en forma de óxido de aluminio (un mineral llamado alúmina), y debe ser refinado. Solo con el proceso de extracción se obtiene el auténtico metal que tanto nos interesa. La cantidad de óxido de hierro que contenga la bauxita puede dificultar el proceso, y además puede reducir la calidad del aluminio hasta hacerlo inservible.

Con el trabajo que hacemos en Hierros y Metales Ferrer evitamos el esfuerzo de extracción de la bauxita en las minas, así como las dificultades del refinado del aluminio. Recoger y tratar la chatarra nos permite reciclar el metal de aluminio, un proceso mucho más sencillo, económico y eficiente que la primera extracción.